No es que tengas que olvidarte de la presión de tus neumáticos para siempre, porque nunca va a dejar de ser importante, no es eso. Pero, aunque tu coche no esté equipado con ordenador de a bordo que te informa de todo, sí podrás olvidarte de comprobar manualmente la presión de tus neumáticos: tenemos algo que lo hace por ti, y en tiempo real.
El sistema TPMS es un dispositivo electrónico diseñado para controlar la presión de aire de los neumáticos del coche. Cuando la presión desciende por debajo de un determinado valor de referencia, recibirás un aviso.
Si tu vehículo no lo trae de serie, en First Stop te instalamos un TPMS para que solo tengas que estar pendiente de conducir y lo hagas con más seguridad. El sistema te avisará mediante señales acústicas y visuales, en tiempo real, reduciendo la posibilidad de sufrir percances relacionados con la pérdida de presión: pinchazos, reventones, pérdida de agarre, aumento de la distancia de frenado e incluso, un accidente. Y además evitará que consumas más de la cuenta o que tus neumáticos se desgasten más de la cuenta, al rodar con una presión inadecuada.
El TPMS consta de unos sensores instalados en las ruedas, con autonomía propia, independiente de la energía del vehículo, que se comunican con la unidad central de monitorización del sistema.
Cuando coloquemos neumáticos nuevos, realicemos una rotación, una reparación de un pinchazo o un reventón, habrá que ajustar el TPMS. Tendremos que volver a colocar los sensores en las ruedas, calibrarlos y ajustar la presión en la unidad central, en función de las recomendaciones específicas. Para que ruedes con toda la tranquilidad del mundo.
Si instalamos la rueda de respuesto, ¿qué ocurre con el TPMS?
Siempre que instalemos la rueda de repuesto debemos acoplarle el sensor del TPMS para que el sistema pueda monitorizar la presión de este neumático en tiempo real. Te recomendamos que visites cualquiera de nuestros talleres First Stop para ajustar el TPMS de forma adecuada.
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