Cuatro pequeñas tiras de goma, cada una del tamaño de una postal, es todo lo que se interpone entre el vehículo y situaciones potencialmente peligrosas en la carretera. Por eso es importante cuidar con atención los neumáticos. Hay que mantenerlos inflados correctamente y reemplazarlos cuando estén gastados o dañados.
Se recomienda hacer un cambio de neumáticos cuando la profundidad del dibujo sea igual o inferior a 3 mm en los neumáticos de verano y de 4 mm para los neumáticos de invierno. Si la profundidad desciende por estos límites, se puede comprometer seriamente el rendimiento del neumático y la seguridad del vehículo. Una manera sencilla de medirlo es introducir una moneda de 1 € en un surco del neumático y si ves la parte dorada de la moneda, la profundidad está por debajo del límite recomendado.
Todo esto puede provocar daños que pueden poner en peligro la seguridad de los neumáticos. Nuestra recomendación es acudir a cualquier especialista First Stop tan pronto como sea posible si se presenta alguna de las situaciones anteriormente mencionadas.
¿Quieres saber más? Volver a todos los consejos sobre neumáticos